La vocación fundamental
del hombre es la vocación a la vida, una vida concebida como semejanza de la
vida de Dios. Descubrir a Dios Padre como creador provoca el conocimiento de que
la vida es una entrega a la libertad del hombre, llamado a dar respuesta
personalísima y original, responsable y llena de gratitud. Dios me ha llamado
de la nada. Entre los miles de millones de seres posibles, Él me ha elegido y
me ha llamado a mí. El hombre es vocación a Cristo, por lo mismo, vocación a la
Iglesia, conjunto de los que forman el Cristo actual. Si, pues, todo ser humano
tiene su propia vocación desde el momento de su nacimiento, existen en la
Iglesia y en el mundo diversas vocaciones que manifiestan la imagen divina
impresa en el hombre.
Cuando la Biblia habla
del hombre a imagen de Dios, se refiere al hecho de que el hombre tiene un alma
espiritual. Está por encima de los otros seres vivientes que habitan en la
tierra. El hombre no es una cosa, sino una persona. El Hombre, por tanto, puede
pensar; puede amar a otras personas; puede componer una sinfonía; puede escoger
el bien; todas las cosas que ni un perro, ni una lagartija ni ningún otro
animal puede hacer. Pero, aunque podamos hacer todas estas cosas, debemos
preguntarnos ¿por qué Dios nos hizo así?
Ciertamente Dios, que
sabe todo, no necesita que nosotros pensemos, ni que le toquemos alguna
sinfonía, pues los ángeles cantan mucho mejor que nosotros. La razón es que Dios nos ha hecho a su
imagen para conocerle y amarle. De todas las criaturas visibles, sólo el hombre
es “capaz de Dios.” De todas las cosas de este mundo, sólo el hombre está
llamado a vivir con Dios en el mundo más allá. Y siendo a Imagen de Dios, el
hombre está llamado a amar: primero a Dios y luego a todo el que tiene
semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues cada persona está
hecha a imagen de Dios.
Sin embargo, por el
pecado el hombre nace con una imagen deformada. Cristo, al redimirnos, no solo
rehízo esta imagen desfigurada por el pecado, sino que nos ha dejado dones para
embellecerla aún más: nos dejó la gracia, a la Iglesia y en ella a los
sacramentos. Por eso el momento de la crucifixión es la mayor muestra de amor,
de libertad. El hombre se conoce mejor a esta luz. Y muchas realidades que eran
incomprensibles como el sufrimiento humano y la muerte se comprenden y aclaran
gracias a que Cristo se encarnó, nos redimió y resucitó. Por eso se comprende
que al final del evangelio Jesús ordene a los discípulos que vayan por todo el
mundo y bauticen en nombre de la Trinidad y enseñen lo que Él ha mandado (Mt
28, 19 y ss).
Un hijo crece para
parecerse a sus padres. De manera similar, Dios quiere que Sus hijos se vuelvan
más y más como Jesucristo. Aunque solo en el cielo podremos ser perfectos, un
hijo de Dios no pecará habitualmente y sin arrepentirse. “Hijitos, nadie os
engañe; el que hace justicia es justo, como Él es justo. El que practica el
pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es
nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en
él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los
hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que
no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:7-10).
No nos equivoquemos; un
hijo de Dios no puede ser “repudiado” por pecar. Pero alguien que “practica” el
pecado (por ej. que consistentemente disfruta el pecar sin hacer caso de seguir
a Cristo y Su Palabra), revela que nunca ha nacido de nuevo. Jesús dice de tal
gente, “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre
queréis hacer.” (Juan 8:44). Por otra parte, a los hijos de Dios ya no les
atrae la gratificación del pecado; sino el deseo de conocer, amar, y glorificar
a su Padre.
TALLER
1.
Lee cuidadosamente la información y realiza un
resumen de lo más importante.
2.
¿Qué explicación puede dar del fragmento en
negrilla de la lectura?
3.
Formula cinco (5) preguntas o interrogantes de
la lectura.
4.
Realiza una lista de Diez (10) palabras claves
que puedes sacar de la lectura.
5.
¿Cuál es el mensaje que nos dejan cada una de
las citas bíblicas que se encuentran en la lectura?
6.
¿Porque todos los cristianos hombres y mujeres
en general estamos llamados a vivir como HIJOS DE DIOS?
7.
Representa a través de dos dibujos como debe
vivir un hijo de Dios.